viernes, 18 de abril de 2014

FRANCIA Y LOS CAMIONES

Estarán de acuerdo conmigo en que la política francesa tiene su puntito, un je ne se quoi pas, sobre todo últimamente (no sé, aproximadamente los últimos quinientos años) que hace que cuando lo miras con atención produzca una cierta perplejidad. Al menos nos queda el consuelo de que no estamos solos, que en cuestiones de demagogia e incompetencia en Francia también cuecen habas. Y no, no me refiero a que la Presidencia parezca una comedia de enredo, con esa profusión de amantes, devenidas en cornudas (hablo en femenino porque ninguna mujer ha ocupado aún tan noble puesto), humillaciones, resentimientos y jugosas historias de alcoba (para quien le interesen). No. Me refiero a la labor cotidiana, al día día, o a la alta política. En eso, mes chers amis, son tan torpes como los nuestros.

François Hollande. Presidente de la República Francesa (Reuters)
Podría poner numerosos ejemplos, casi elegir uno al azar y seguro que se quedarían asombrados, máxime cuando estamos convencidos de ser poco menos que la escoria de Europa. Sin ir más lejos Chirác y Sarkozy, los dos últimos Presidentes están encausados por enriquecimiento ilícito el primero y financiación ilegal el segundo (por cierto, recibir financiación de Libia y después bombardear el país es un poco feo ¿no creen?). Pero no voy a hablarles de ellos, no. En su lugar vamos a centrarnos en la figura de Ségolène Royal, candidata a la Presidencia de la República en 2007, época en la que era conocida como Zapatera (no es broma) y ahora ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía (hasta el nombre del ministerio tiene reminiscencias progres y zapateriles).

Ségolène Royal (Reuters)
Tampoco voy a retroceder demasiado en su historia, no creo que les parezca un detalle vital el hecho de que naciese en Dakar, Senegal (es decir es subsahariana, como Charlize Theron) o el hecho de que fuera ministra en 1992-93, es decir una recién llegada. Vamos a centrarnos en lo más actual. que es lo que ha motivado este post. 

En los últimos días, la flamante ministra ha anunciado la imposición de una tasa a los camiones extranjeros, el argumento, es que atraviesan el país sin repostar y por lo tanto no pagan la ecotasa, por lo que sería competencia desleal para los camioneros franceses. Curiosamente no se le ha ocurrido eliminar la ecotasa. Evidentemente eso ha provocado reacciones entre los afectados (aunque no tengo noticia de que Margallo haya abandonado su misión en Cataluña para opinar al respecto) y consecuentemente de la UE.

Que ha dicho la UE, básicamente que verdes las han segado, que esa norma contradice los tratados y que si no se lo consintieron a Alemania (que paga la fiesta) tampoco se lo van a consentir a Francia. Y tiene razón salvo que Madame Royal se haya explicado fatal, algo no descartable, dicha medida contradice la legislación europea que impone, específicamente, la prohibición de cualquier medida de discriminación económica entre nacionales y ciudadanos de otros estados de la Unión. ¿Razonable no creen? Pues miren la respuesta.

Helen Kearns, portavoz del Vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario de Transportes Siim Kallas, responsable de la respuesta que ha encendido los ánimos de la ministra Royal.
¡La UE no debe inmiscuirse en los asuntos de Francia! ¡Allons enfants de la patrie, le jour de gloire est arrivé! Reconozco que me encanta cuando se ponen flamencos (los suyos y los nuestros), no lo puedo evitar y me da la risa floja, pero creo que en este caso se impone una pregunta. Ejem. Perdone, Sra. Ministra ¿Donde ha estado metida los últimos cuarenta años? ¿Debajo de una piedra? ¿Cómo que la UE no debe inmiscuirse? ¿para qué está si no? Alguien debería recordarle que el control de las competencias transferidas y del respeto a los tratados compete a la Unión, no a los Estados.

¿Ven el nivel? ¿no les recuerda a algunos de nuestro próceres autonómicos? como Homs, capaz de decir que la UE no se ha pronunciado sobre la situación de una Cataluña independiente justo después de que hayan dicho, por enésima vez, que quedarían automáticamente fuera de la Unión.

¿Les resulta familiar esta imagen? Los camiones desvalijados, el gendarme mirando... Pues es de 2011. (Reuters)
Honestamente no puedo decir que la respuesta de Ségolène Royal me haya sorprendido demasiado (un poco sí el tono bronco y chulesco) al fin y al cabo estamos hablando de la política que siendo candidata a la presidencia abogó por enviar a los jóvenes delincuentes a campamentos militares en Ultramar (¿se imaginan el escándalo si la propuesta la hubiese hecho un candidato de derechas?), que apoyó la independencia de Quebec, bromeó sobre la de Córcega y metió la pata al hablar de Puerto Rico. Vamos que no dejó escapar ni un solo charco.

Creo que al final tenía razón Cánovas del Castillo cuando dijo aquello de: desengáñese usted, los franceses son españoles con dinero.

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