sábado, 8 de marzo de 2014

DE FASCISTAS Y LIBERALES

No es fácil determinar leyes científicas en la teoría y la práctica política, en eso las Ciencias Políticas son como cualquier otra Ciencia Social. De hecho, muchos politólogos reducen las establecidas, hasta ahora, a tres: la de la “paz democrática” que establece que dos democracias no se declaran la guerra, la Ley de Hierro de la Oligarquía de Michels que indica que en todo grupo surge siempre una elite dirigente, y la Ley Duverger que establece que los sistemas electorales mayoritarios tienden a generar dos partidos y los proporcionales a varios. La mayoría de los politólogos ni siquiera tienen claro que puedan considerarse leyes, científicamente equivalentes por tanto a la de la Gravedad, o las de la Termodinámica. 

Sin embargo, hoy yo he decidido echar mi cuarto a espadas y voy a promulgar la cuarta ley de la Ciencia Política, que dice así (Ejem): "A medida que un debate o discusión sobre política se alarga o encona, la probabilidad de que alguien califique a quien discrepa con él de “fascista” tiende a 1". ¿Qué les parece? ¿no les ha impresionado? Lástima. Estaba muy orgulloso de mí mismo, en fin...*

Un parlamentario de BILDU llama fascista a Borja Semper (PP)

Ironías aparte, es bien cierto que a lo largo de las últimas décadas la palabra “fascista” ha devenido en una palabra fetiche que es utilizada de forma indiscriminada contra todo aquel que discrepa. Escuchen las declaraciones de cualquier político o tertuliano, cualquier discusión de política entre amigos o los comentarios a una noticia o articulo publicado en internet y verán como, antes o después alguien hace uso de la dichosa palabreja. Por supuesto, dado el nivel que se suele apreciar en los foros indicados la mayoría de las veces se utiliza de forma errónea. De hecho, y esto es quizá lo más sorprendente, cuando alguien la utiliza de forma correcta el escándalo suele estar garantizado y todos los bienpensantes se apresuran a rasgarse las vestiduras.

Aclaremos primero, ¿en que consiste el fascismo? Básicamente es una ideología totalitaria (otro concepto que se suele emplear de forma descuidada), es decir se trata de una ideología elaborada que aboga por el control absoluto por parte del estado de todos y cada uno de los aspectos de la vida de los habitantes como condición necesaria para lograr el establecimiento de un mundo ideal futuro. A efectos prácticos está más cerca de una religión que de una idea política. Lo determina todo, exige que todo se sacrifique en pos de un ideal y tiene un grupo de gente encargada de decidir las sutilezas de la doctrina y perseguir las herejías.

Joan Tardá (ERC) llama fascista a Carmen Tomás (y enferma)

En concreto se trataría de la versión italiana del totalitarismo, aunque no se diferencia demasiado de cualquier otro. Examinemos la relación del fascismo con la definición indicada. 1. Es una teoría elaborada, las fuentes en este caso serían el nacionalismo de izquierda de Olivetti, el socialismo, el neoidealismo de Benedetto Croce, las vanguardias artísticas como el futurismo y la (mala) interpretación de las ideas elitistas de Gaetano Mosca y Vilfredo Pareto**. 2 Aboga por el control absoluto por parte del estado. Cito a Mussolini “todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado”. 3 El establecimiento de un mundo ideal futuro, en el caso del fascismo sería una Italia imperial, prospera, técnicamente avanzada y libre de conflictos sociales y de clase (no es la construcción más elaborada desde luego). Por lo tanto, en principio siendo estrictos sería erróneo aplicarlo a cualquier ideología no relacionada con las ideas de Mussolini, sin embargo, ajustándonos al uso habitual, vamos a considerar fascismo como sinónimo de totalitario.

En nuestro día a día se utiliza fascista (como equivalente a totalitario, antidemocrático, etc.) aplicándose a casi cualquier ideología (liberalismo, nacionalismos, conservadurismo, democracia cristiana, socialdemocracia, socialismo o comunismo,...), pero muy especialmente desde las posiciones identificadas con la Izquierda, (socialdemocracia, socialismo y comunismo) contra conservadores, democristianos y sobre todo liberales.

Y aquí está el quid de la cuestión, ¿alguna de las ideologías indicadas es totalitaria? Sí, dos, el comunismo (siguiendo la definición anterior 1. es una teoría elaborada desarrollada por Marx 2. defiende el control absoluto del Estado desde la economía al pensamiento y 3. una vez implantado el comunismo, desaparecerá el Estado y la sociedad será feliz, prospera, igualitaria y libre de todo conflicto) y el nacionalismo (1. depende del caso, por ejemplo Sabino Arana en el País Vasco y Prat de la Riba en Cataluña. 2 Pretende coordinar cada faceta de la vida en su intento de construir su nación y 3. Una vez independizados del opresor, la población será más prospera, más feliz, más noble de espíritu, más altos, más guapos, etc.), ¿alguna puede devenir en totalitaria? Sí, el conservadurismo, la democracia cristiana, la socialdemocracia, y el socialismo, en la medida de que están dispuestos a sacrificar parcelas de libertad en un intento de conseguir un objetivo a largo plazo y más o menos utópico (no debe, en ningún caso, interpretarse lo dicho como que todos los que suscriben las ideas aquí mencionadas son o acabaran por ser fascistas, es únicamente una posibilidad)Obsérvese que quienes más cerca están del totalitarismo  son los que con más frecuencia recurren a utilizar "fascista" como calificativo del discrepante. 


Boicotean una conferencia de Baltasar Garzón al grito de fascista (por perseguir a ETA)

¿Hay alguna que sea incompatible con el totalitarismo? sólo una, el liberalismo, no porque sea moral o intelectualmente superior a las demás, sino porque sus principios fundamentales son incompatibles con los del totalitarismo, ya que defiende la primacía del individuo, como único titular de derechos, o la necesidad de controlar el poder del Estado, reservando todas las facetas posibles a la libertad del individuo. Sin embargo los liberales son los que con más frecuencia son acusados de fascistas. (Si a esto le añadimos el hecho de que la mayor parte de los que se califican o son calificados como liberales se inscriben, en realidad, en cualquiera de las ideologías mencionadas en el párrafo anterior el caos conceptual está garantizado)

Se preguntarán que interés tiene todo esto, al fin y al cabo sólo es una palabra, pero la verdad es que es de una gran importancia, el lenguaje determina nuestra percepción de la realidad. Utilizar epítetos como el de fascista contra cualquier discrepante, especialmente si se hace de forma reiterada, distorsiona la forma en que cada postura es percibida, deslegitimándola y asentando la tendencia natural de la humanidad al pensamiento único. En suma, al utilizar una palabra como fascista de manera errónea, estamos contribuyendo a dificultar los debates, entre ellos algunos de los más acuciantes actualmente, estamos empobreciendo la política, estamos, en fin, acabando con la democracia.

Y hay un riesgo añadido, si se utiliza una palabra para definir cualquier cosa, al final carecerá de significado, y en el caso que nos ocupa, eso significará que los auténticos fascistas, tendrán el camino, aún más, expédito para acabar con nuestra libertad. Siéntanse libres de comentar (sólo faltaba). Un saludo

* Al menos lo estaba hasta que caí en la cuenta de que no es más que una ampliación de la Ley de Godwin. Mi gozo en un pozo.
** Un buen resumen del pensamiento de estos últimos aquí y aquí

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