Tras la proclamación de
la Independencia, en 1991, la situación económica en Ucrania es incluso peor que en el resto de repúblicas ex-soviéticas, a pesar de que parecía partir de una posición mucho mejor. Comienza una durísima crisis, el PIB se
desploma y se desata un proceso de hiperinflación, la tasa llego a superar el 10.000 % en diciembre del 93, lo que unido a los casos de
corrupción contribuyó a la deslegitimación del sistema político y
a la polarización de la ciudadanía. Por un lado, la población
étnica, y lingüísticamente, ucraniana comenzaró a abogar por un
acercamiento hacia la Unión Europea, que es percibida de forma similar a como se hacía en España en los años 70 y 80, por otro, la población etno-lingüísticamente rusa,
recordemos que toda la zona oriental y sur del país fue Rusia hasta
mediados del siglo XX, defiende una mayor integración política y
económica con aquel país. En cualquier estado del mundo esta
combinación, por si sola, es capaz de provocar una profunda crisis,
pero en Ucrania el sistema político se ha visto, además,
profundamente deslegitimado.
Leonid Kuchma (Reuters) |
En 1994 es elegido
Presidente Leonid Kuchma, antiguo comunista, procede a la reforma la Constitución,
adoptando un sistema presidencialista, similar al francés, al mismo tiempo comienza a concentrar el
poder en sus manos, las acusaciones de corrupción y abuso de poder
se suceden y el gobierno responde a ellas recurriendo a la censura y
la presión sobre periodistas y medios de comunicación críticos. El
punto culminante de la campaña contra la prensa libre se produce con
el asesinato en 2000 del periodista Georgiy
Gongadze, la oposición acusará a Kuchma de estar involucrado en el
mismo. Durante varios meses las protestas se suceden pidiendo la
dimisión del Presidente. Es la campaña Ucrania sin Kuchma.
En
2002, tras cesar al entonces primer ministro, Kuchma nombra a Viktor
Yanukovich (esto ya empieza a resultarnos familiar) que se convierte
en candidato a la presidencia en 2004, pues Kuchma ha cumplido sus
dos mandatos y no puede volver a presentarse, y si la cosa estaba
mal, a partir de entonces no hace sino empeorar.
Yanukovich en la rueda de prensa en Rusia el 28/02/14 (Cordon Press) |
Yanukovich
gana las elecciones, pero la oposición no reconoce la victoria al
considerar que el gobierno de Kuchma ha amañado el proceso. El líder
opositor Viktor Yushchenko (que en un giro de los acontecimientos más
propio de una película de James Bond ha sido envenenado con Dioxina
tras una cena con los dirigentes de los servicios secretos) impugna
los resultados, buena parte de la oposición se une tras su figura y
encabeza una serie de protestas pacíficas que concluyen cuando las
elecciones son anuladas por el Tribunal Supremo,
por fraude. Es la Revolución Naranja.
Yushchenko antes y después del envenenamiento con Dioxina (fuente: Kiev Ucranie News Blog) |
La
coalición no dura, y durante la presidencia de Yushchenko se
alternan en el cargo de Primer Ministro Yulia Timoshenko y el propio
Yanukovich, que gana las legislativas en 2006 y las pierde en 2007
ante, lo han adivinado, Yulia Timoshenko. Dos años más tarde gana
las presidenciales, ¿adivinan ante quien? Y se convierte en
Presidente jurando el cargo en 2010. Por supuesto, la cosa sigue
empeorando.
Yulia Timoshenko (Efe) |
En
lo que parece (dejémoslo así) una maniobra de vendetta política,
Timoshenko es procesada y encarcelada por un supuesto delito de abuso
de poder en la firma de los contratos de gas con Rusia. El precio era
demasiado alto, afirma Yanukovich, y perjudicó a los intereses de
Ucrania (sobre Rusia y el gas habremos de volver), el proceso es
considerado ilegítimo por EEUU y la UE que exigen la liberación
inmediata de Timoshenko. En un acto que demuestra a las claras la
firmeza de las convicciones de los europeos, los Jefes de Estado
acuerdan boicotear la Eurocopa que se iba a celebrar en Ucrania en
2012 y anuncian que no asistirán a los partidos que sus respectivas selecciones jueguen en aquel país. Para mitigar un poco acto tan salvaje y desmedido, (creo que
tendría que poner los comentarios irónicos en cursiva) el
presidente Rajoy, ignoró el boicot y acudió a la final, pero ojo,
sólo a la final. Y ganamos.
Mañana hablaremos sobre el gas y los acuerdos comerciales, mientras tanto siéntanse libres de comentar. Un saludo
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