He de hacer una confesión, soy de la
opinión de que si los nacionalistas no existieran habría que
inventarlos. Sí, en serio. Ya sé que son una amenaza para la
libertad, para la democracia y para la convivencia, pero tengo que
reconocerles que son unos genios.
Auténticos genios, ya les digo, porque
quién sino ellos es capaz de exponer, sin el menor sonrojo,
argumentos sin pies ni cabeza, frases sin sentido, ideas sin lógica. Quién sino ellos puede
desdecirse sin pestañear, quién sino ellos, en fin, es capaz de
mirar a la cámara y decir lo primero que se les pasa por la cabeza
mientras trata de convencernos de que es la verdad absoluta. En suma, unos auténticos devotos de la causa del humor absurdo.
¿Qué quieren que les diga? Es como
tener a Groucho Marx de Presidente del Gobierno, a Gila de ministro de Defensa, a Tip de Exteriores y a Harpo Marx de Portavoz (no se extrañen, nadie le ha oído decir, jamás, una
tontería). Porque convendrán conmigo que el
espectáculo que está dando el gobierno catalán y los partidos que
lo sustentan a cuenta de lo ocurriendo en Ucrania está al nivel de
las mejores escenas de “Sopa de Ganso”.
Reunión del gobierno catalán, dramatización.
Recapitulemos. Cuando comenzaron las
manifestaciones en Ucrania, el Euromaidán, los líderes (es un decir)
catalanes se apresuraron a hacer comparaciones y amenazar al gobierno
central con manifestaciones similares si no se cumplían sus
exigencias. Vamos que el pueblo catalán, insistían, decidiría espontáneamente
lanzarse a la calle en protesta por el mantenimiento del statu quo (aquí).
Ellos por supuesto son solamente los portavoces del sentir popular y,
por lo tanto, no tendrían responsabilidad alguna en los
acontecimientos. Angelitos.
Luego la cosa se torció, comenzaron
los actos violentos, y la represión estatal. Ucrania se deslizaba
inexorablemente hacia la guerra civil... y los nacionalistas
catalanes comenzaron a recular. Vamos que lo de Cataluña era como lo
de Ucrania, pero no tanto, que no hace falta exagerar (aquí). Aunque
conociéndolos en los días previos uno casi esperaba ver a Homs peinado
como la Timoshenko, con la trenza ensaimada tradicional eslava.
Y entonces, oh maravilla de maravillas,
Rusia intervino y Crimea proclamó unilateralmente la secesión de
Ucrania. Los crimeos hicieron lo mismo que CiU, ERC y compañía pretenden hacer
con Cataluña y España y los nacionalistas catalanes no dudaron en
oponerse a la secesión. Con un par. ¿No les parece fantástico?
Llegaron incluso a rechazar la posibilidad de que Crimea tuviera
derecho de autodeterminación. Vamos que a los Crimeos no les va a
valer con repetir lo de "Україна краде"*, para enfrentarse a ellos ya están
los nacionalistas catalanes, celosos defensores de la Constitución,
la Soberanía y el Derecho Internacional (aquí). Hay que joderse.
Que se habrán creído estos crimeos,
si ya lo escribió Orwell en “Rebelión en la Granja” todos los
secesionistas son iguales pero algunos son más iguales que otros.
O algo similar. Como les digo es escuchar a esta gente y entrarme la
risa floja. Luego me acuerdo de que tienen responsabilidades
políticas, de sus prácticas totalitarias y de sus planes más
propios de los años más oscuros del siglo pasado y ¿qué quieren
que les diga? Entonces se me pasa.
El ministro de Asuntos Exteriores explica a los embajadores, en fluido francés, las sutilezas del "Derecho a Decidir" (y como llenar un vaso de agua) |
* Ucrania nos roba
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