La
posición geográfica de Ucrania es estratégica en varios sentidos,
no sólo para Rusia, pues controla su salida al Mar Negro y por lo
tanto al Mediterráneo, y porque en ella se ubique la base naval de
Sebastopol, donde esta anclada la flota rusa del Mar Negro, sino
también para Europa, pues por territorio ucraniano, pasan también
buena parte de los gasoductos que transporta el gas natural ruso con
destino al centro de Europa. Por tanto a Rusia le interesa controlar
ese territorio y a Europa le interesa que sea lo más estable
posible.
Algunos datos sobre la flota rusa en Crimea (Rianovosti) |
Gasoductos rusos en Ucrania (Rianovosti) * |
Una
forma de conciliar ambos objetivos sería ceder el control, formal o
informal, de Ucrania a la Federación Rusa, sin embargo, problemas
éticos aparte, esta “solución” conllevaría un mayor poder
negociador de Rusia, que, a efectos prácticos, se convierte en una
mayor capacidad de imposición, no sólo sobre la Unión Europea sino
también sobre el resto de repúblicas ex-soviéticas.
A
todos los efectos la mejor forma de conciliar los intereses objetivos
de todos los implicados sería coadyuvar a la mejora de la
estabilidad y legitimidad del sistema político ucraniano, creando al
mismo tiempo los mecanismos (y las tradiciones) de resolución
pacífica de conflictos que habrían de aplicarse en el futuro, es
decir, recurrir al soft-power. Por supuesto esta propuesta solo tiene
utilidad en la medida que todas las partes convienen en aceptarla, al
menos como punto de partida, sin embargo, como veremos en la próxima
entrada, esta forma de solucionar problemas no encaja en la visión
política de Rusia, especialmente desde que Vladimir Putin se hizo
con el poder.
Vladimir Putin (Reuters) |
Tenemos
por tanto un nuevo motivo de conflicto que añadir a los que ya
comentamos en entradas anteriores. La presión rusa, añadida a las
divisiones étnicas y culturales, ya indicadas, y a la imagen que, innegablemente, tiene la Unión Europea, como un espacio de
prosperidad, paz y libertad, fue provocando un lento escoramiento de
la parte propiamente ucraniana y de la mayor parte de la oposición
hacia planteamientos netamente pro-europeos.
Ya
en 1994, siendo presidente Kuchma, se firma un primer acuerdo de
cooperación Ucrania-UE, desde entonces todos los gobiernos han
tenido como uno de sus objetivos, al menos formalmente, la
integración en la Unión. Las negociaciones avanzan lentamente, pero
Ucrania es considerada una prioridad por la UE en el marco de las
Políticas de Vecindad. En 2005 el Parlamento Europea aprueba casi
por unanimidad una propuesta para estrechar las relaciones entre
Ucrania y la Unión, además se firma un nuevo acuerdo que constituye
un marco para las futuras negociaciones y reformas necesarias para
una posible integración. Todo parece encarrilado para que Ucrania se
convierta en un nuevo estado miembro.
Sin
embargo las cosas se empiezan a torcer. Por un lado hay una oposición
frontal por parte de Rusia, que considera a Ucrania parte de su
esfera de influencia, y por supuesto no es probable que vea con
buenos ojos el que Bielorrusia se convirtiera en el único país
europeo con el que tendría frontera y que no perteneciese a la UE.
Una de las primeras medidas tomadas por Rusia consistió en poner fin al
acuerdo por el cual se pactaba el precio al que se suministraba el
gas a Ucrania, que pasaría a ser el del mercado. Obviamente Ucrania
no estaba por la labor, el fin del acuerdo implicaba que el precio
del gas se multiplicara de forma inmediata. Comienzan negociaciones
urgentes entre ambos países. El 6 de enero de 2009 el suministro de
gas es cortado completamente, mientras Rusia y Ucrania cruzan
acusaciones (los ucranianos dicen que Rusia no bombea gas, los rusos
que Ucrania lo roba) 15 países europeos dejan de recibir suministro
de gas en plena ola de frío polar, Rumanía llegó a declarar el
estado de Emergencia y en Bosnia se asaltaron centros comerciales en
busca de estufas eléctricas. La primera ministra Timoshenko acude a
Moscú y logra firmar un nuevo acuerdo con Rusia que incluye un
sustancial aumento del precio, Putin ordena a Gazprom (compañía estatal de gas) que reanude el suministro (el mismo que se supone que no habían interrumpido). Por la firma de este acuerdo sería
juzgada y condenada por abuso de poder (sin comentarios).
Timoshenko y Putin en la reunión para negociar un nuevo acuerdo de suministro de gas. (AFP) |
En
2010 Yanukovich vuelve al poder y comienza una política de
acercamiento a Rusia, uno de cuyos últimos hitos, el 18 de diciembre
pasado, fue el acuerdo para la compra por parte de éste país de
15.000 millones de dólares de deuda pública ucraniana. Semanas
antes, el gobierno ucraniano (que ya estaba siendo públicamente
contestado) anunció que no firmaría el Tratado de Libre Comercio con la UE que llevaba negociándose desde 2008, y que aumentaría la
cooperación económica con Rusia, la respuesta de la población fue
inmediata, las manifestaciones contra el gobierno se suceden y van
aumentando en número de participantes, y aunque son en su mayoría
pacíficas, una parte de los manifestantes comienza a protagonizar
actos violentos. El gobierno, responde con dureza. Ha comenzado el
Euromaidán.
Manifestantes en la Plaza de la Independencia de Kiev (desconocido, obtenida de este blog) |
Mañana, ¿qué provoca este cambio en la política ucraniana? Vaya por delante que, en mi opinión, la respuesta no está en Ucrania. Mientras tanto, siéntanse libres de comentar. Un saludo
* Un artículo sobre los gasoductos ucranianos y su posible uso inverso aquí. La mera posibilidad molestó bastante en Rusia (lo cual no resulta sorprendente)
* Un artículo sobre los gasoductos ucranianos y su posible uso inverso aquí. La mera posibilidad molestó bastante en Rusia (lo cual no resulta sorprendente)
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