martes, 4 de marzo de 2014

LA SITUACIÓN EN UCRANIA (3): EL GAS Y LOS ACUERDOS COMERCIALES

La posición geográfica de Ucrania es estratégica en varios sentidos, no sólo para Rusia, pues controla su salida al Mar Negro y por lo tanto al Mediterráneo, y porque en ella se ubique la base naval de Sebastopol, donde esta anclada la flota rusa del Mar Negro, sino también para Europa, pues por territorio ucraniano, pasan también buena parte de los gasoductos que transporta el gas natural ruso con destino al centro de Europa. Por tanto a Rusia le interesa controlar ese territorio y a Europa le interesa que sea lo más estable posible.

Algunos datos sobre la flota rusa en Crimea (Rianovosti)

Gasoductos rusos en Ucrania (Rianovosti) *
Una forma de conciliar ambos objetivos sería ceder el control, formal o informal, de Ucrania a la Federación Rusa, sin embargo, problemas éticos aparte, esta “solución” conllevaría un mayor poder negociador de Rusia, que, a efectos prácticos, se convierte en una mayor capacidad de imposición, no sólo sobre la Unión Europea sino también sobre el resto de repúblicas ex-soviéticas.

A todos los efectos la mejor forma de conciliar los intereses objetivos de todos los implicados sería coadyuvar a la mejora de la estabilidad y legitimidad del sistema político ucraniano, creando al mismo tiempo los mecanismos (y las tradiciones) de resolución pacífica de conflictos que habrían de aplicarse en el futuro, es decir, recurrir al soft-power. Por supuesto esta propuesta solo tiene utilidad en la medida que todas las partes convienen en aceptarla, al menos como punto de partida, sin embargo, como veremos en la próxima entrada, esta forma de solucionar problemas no encaja en la visión política de Rusia, especialmente desde que Vladimir Putin se hizo con el poder.

Vladimir Putin (Reuters)
Tenemos por tanto un nuevo motivo de conflicto que añadir a los que ya comentamos en entradas anteriores. La presión rusa, añadida a las divisiones étnicas y culturales, ya indicadas, y a la imagen que, innegablemente, tiene la Unión Europea, como un espacio de prosperidad, paz y libertad, fue provocando un lento escoramiento de la parte propiamente ucraniana y de la mayor parte de la oposición hacia planteamientos netamente pro-europeos.

Ya en 1994, siendo presidente Kuchma, se firma un primer acuerdo de cooperación Ucrania-UE, desde entonces todos los gobiernos han tenido como uno de sus objetivos, al menos formalmente, la integración en la Unión. Las negociaciones avanzan lentamente, pero Ucrania es considerada una prioridad por la UE en el marco de las Políticas de Vecindad. En 2005 el Parlamento Europea aprueba casi por unanimidad una propuesta para estrechar las relaciones entre Ucrania y la Unión, además se firma un nuevo acuerdo que constituye un marco para las futuras negociaciones y reformas necesarias para una posible integración. Todo parece encarrilado para que Ucrania se convierta en un nuevo estado miembro.

Sin embargo las cosas se empiezan a torcer. Por un lado hay una oposición frontal por parte de Rusia, que considera a Ucrania parte de su esfera de influencia, y por supuesto no es probable que vea con buenos ojos el que Bielorrusia se convirtiera en el único país europeo con el que tendría frontera y que no perteneciese a la UE. Una de las primeras medidas tomadas por Rusia consistió en poner fin al acuerdo por el cual se pactaba el precio al que se suministraba el gas a Ucrania, que pasaría a ser el del mercado. Obviamente Ucrania no estaba por la labor, el fin del acuerdo implicaba que el precio del gas se multiplicara de forma inmediata. Comienzan negociaciones urgentes entre ambos países. El 6 de enero de 2009 el suministro de gas es cortado completamente, mientras Rusia y Ucrania cruzan acusaciones (los ucranianos dicen que Rusia no bombea gas, los rusos que Ucrania lo roba) 15 países europeos dejan de recibir suministro de gas en plena ola de frío polar, Rumanía llegó a declarar el estado de Emergencia y en Bosnia se asaltaron centros comerciales en busca de estufas eléctricas. La primera ministra Timoshenko acude a Moscú y logra firmar un nuevo acuerdo con Rusia que incluye un sustancial aumento del precio, Putin ordena a Gazprom (compañía estatal de gas) que reanude el suministro (el mismo que se supone que no habían interrumpido). Por la firma de este acuerdo sería juzgada y condenada por abuso de poder (sin comentarios).

Timoshenko y Putin en la reunión para negociar un nuevo acuerdo de suministro de gas. (AFP)
En 2010 Yanukovich vuelve al poder y comienza una política de acercamiento a Rusia, uno de cuyos últimos hitos, el 18 de diciembre pasado, fue el acuerdo para la compra por parte de éste país de 15.000 millones de dólares de deuda pública ucraniana. Semanas antes, el gobierno ucraniano (que ya estaba siendo públicamente contestado) anunció que no firmaría el Tratado de Libre Comercio con la UE que llevaba negociándose desde 2008, y que aumentaría la cooperación económica con Rusia, la respuesta de la población fue inmediata, las manifestaciones contra el gobierno se suceden y van aumentando en número de participantes, y aunque son en su mayoría pacíficas, una parte de los manifestantes comienza a protagonizar actos violentos. El gobierno, responde con dureza. Ha comenzado el Euromaidán.

Manifestantes en la Plaza de la Independencia de Kiev (desconocido, obtenida de este blog)
Mañana, ¿qué provoca este cambio en la política ucraniana? Vaya por delante que, en mi opinión, la respuesta no está en Ucrania. Mientras tanto, siéntanse libres de comentar. Un saludo

* Un artículo sobre los gasoductos ucranianos y su posible uso inverso aquí. La mera posibilidad molestó bastante en Rusia (lo cual no resulta sorprendente)

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